Mi visita como voluntaria - Octubre 2022

Cuando por casualidad vi un documental acerca de Patricia y su Hogar de Niños en la television hace 5 años, me estubo muy claro que me gustaría convertirme en la madrina de uno de los niños. He sido la “Madrina” de un niño de 8 años desde hace ya 4 años y siempre quise poder irlo a visitar algun día. Finalmente llegó el momento de hacerlo.

Por supuesto me encontraba ansiosa antes de hacerlo. ¿Como reaccionarían los niños? ¿Dónde me hospedaría, etc? Una llamada telefónica con una señora Suiza respondió algunas de mis preguntas.

Al salir del pequeño aeropuerto en San Pedro Sula, vi a un niño que llevaba puesta una camiseta roja. El era muy alto, por lo que pensé que no podria ser mi ahijado. Unos minutos después me enteré que de hecho el si lo era! Mi ahijado me entregó un precioso dibujo de bievenida lo cual me emocionó. En el carro nos quedabamos viendo furtivamente el uno al otro y sonriendo, pero con la mascarilla únicamente podíamos distinguir nuestros ojos sonrientes. Cuando llegué ya estaba oscureciendo. Patricia me dio una calurosa bienvenida y me mostró mi habitación en el segundo piso. Wow, no me esperaba tan gran habitación con su propio baño. A continuación bajé al primer piso y permanecí de pie sintiéndome algo perdida e inútil, mirando las paredes e intentando determiner como, cuando y que estaba ocurriendo. Los niños, incluyendo a mi ahijado, estaban sentados a la mesa comiendo. Mi ahijado me quedaba viendo con algo de pena. Después de la cena, cada niño recogió su plato, taza y silla plástica. Otro niño limpió las mesas. Parecían existir reglas muy claras.

Al día siguiente me desperté a las 7 a.m. y primero fui a la Sala Cuna donde residen los niños mas pequeños. Los estaban vistiendo y peinando y luego les permitieron ver un rato de caricaturas. Inicialmente me limité a observar. A las 8 a.m. los pequeños desayunaron y me dirijí al comedor, donde todos los que no tenian clases desayunaron conmigo y con la psicóloga, Raquel. Alli me enteré que algunos de los niños no tienen clases por la mañana sino que por la tarde. La escuela comienza a las 7 a.m., asi que los niños que comienzan clases a esa hora desayunan muy temprano. La psicóloga entonces se dirigió a la Sala Cuna donde los 8 niños mas pequeños, incluyendo el segundo hijo de Patricia, estaban sentados alrededor de una mesa redonda. La psicóloga procedió a trabajar con ellos. A continuación los niños pasaron a otro salón de juegos donde ellos jugaron con Raquel. Al mediodía todos estos niños volvieron a la Sala Cuna donde los bañaron y vistieron con otra mudada. Esto tiene mucho sentido por el gran calor. El estar expuesta a tantas nuevas experiencias y el calor extremo, a pesar de los abanicos, me afectaron y tomé parte de la tarde para recuperarme y descansar. Por la noche algunos de los niños querían recitarme poesías y tomarse fotos conmigo. Fue una Buena manera de “romper el hielo.”

Al dia siguiente, fui a la clínica especial en Tegucigalpa; salimos a las 5:20 a.m. con Karen y una pequeña niña quien hacia poco tiempo se habia quemado la parte superior de su brazo derecho. El viaje de ida tomo unas 4 ½ horas con una parada para desayunar. El paisaje se veia muy lindo con la luz de la mañana y con algo de neblina. Llegamos a las 10 a.m. y afortunadamente no tuvimos que esperar demasiado tiempo. Si alguien pensaba aba que llegaríamos a una clínica moderna, hubiera estado equivocado. A mi esta me pareció mas bien algo anticuada, pero para ser aqui es aparentemente progresista. Se efectuaron algunos ejercicios con la niña quien pronto cumplirá 4 años utilizando el chaleco especial, que es como una segunda piel, el cual le fue ajustado. Después de esto hicimos el viaje de regreso y llegamos por la noche, cansados.

Pasé el dia siguiente en el hogar de niños donde entendí que todos tienen obligaciones, las cuales se efectuan al pie de la letra, especialmente por parte de los niños mayores. Los niños mas pequeños son supervisados por algunas de las niñas mayores, quienes les enseñan a realizar sus obligaciones adecuadamente. Todos los días se lavan los pisos de afuera ya que siempre caen hojas y también hay basura como envolturas de dulces, etc… que recoger. Dentro del hogar los niños trapean los pisos 2-3 veces al día. La limpieza se efectúa concienzudamente aqui, lo cual me impresionó mucho. Solo hay agua fría, pero no importa. Algunas niñas tienen que lavar su ropa a mano. Para esto, hay un pozo detras del hogar con dos sitios de lavar y con espacio para colgar la ropa a secar. En este calor, las cosas se secan rápido.

El trabajo de la escuela es supervisado a diario por una joven a quien los niños llaman “Profe” (abreviacion de profesora). Desgraciadamente algunos niños no ponen mucho esfuerzo ya que no realizan la importancia que tiene el hacer las tareas. Tengo que decir que verdaderamente algunas de las obligaciones no tienen mucho sentido, especialmente para los niños mas pequeños. Adicionalmente, los niños frecuentemente no tienen clases debido a los muchos dias feriados, lo cual no es muy beneficioso. Pero al menos estos niños tienen la oportunidad de asistir a una escuela privada lo cual hace que sean privilegiados.

Al dia siguiente fui de compras con Karen. Usualmente ella va de compras de comida una vez por semana. Esta fue una experiencia emocionante para mi.

Gerard y Teresa nos vinieron a visitar durante el fin de semana. Ellos tienen su propia fundación y llevan muchos años generosamente apoyando al hogar de niños de alma y corazon. Su visita es siempre muy memorable para los niños. El Sabado 10 de Junio del 2022, fui invitada a estar presente con Patricia, Karen, algunos de los niños y con Gerard y Teresa durante el momento simbólico en que se empezó a mover la tierra o mejor dicho en que se colocó la primera piedra para el Proyecto de las 100 casas. Este Proyecto ayudará a familias que lo perdieron todo hace un poco mas de dos años durante el huracán y las fuertes inundaciones y les permitira vivir con dignidad nuevamente. Por la noche Gerard y Teresa nos invitaron a comer pizza, la cual disfrutamos todos.

Al dia siguiente viajamos a Santa Rosa de Copán a visitar el centro educacional. Yo quedé muy impresionada con el Proyecto. Alli se entrenan soldodores, carpinteros y enfermeros entre otras ocupaciones. Por la tarde fuimos a una Universidad (UPNFM) dode un acuerdo de cooperación con Patricia fue firmado en una pequeña ceremonia.

Pude experimentar una enorme cantidad de cosas durante estos 15 dias; mucho mas de lo que me pudiera haber imaginado. Pude jugar mucho con los niños y me llevo en mi corazón a todos y cada uno de ellos. Fueron extremadamente amables conmigo, me abrazaron una y otra vez y me dieron regalos hechos por ells mismos. Los niños son muy bien portados los unos con los otros, contentos de estar aqui y de tener una tan gran “familia.” Me impresionó también como los niños mayores ayudan activamente, para permitirle a Patricia encargarse del trabajo administrativo y de ejecutar y sacar adelante los muchos proyectos. Estoy segura que podía relatarles mucho mas, pero prefiero animarles a todos a venir y experimentar por su propia cuenta, ya que Patricia a creado una bella y amorosa isla en “Yo quiero ser…” para niños necesitados y es mi anhelo de que ellos se podrán beneficiar al obtener un mejor futuro.

¡Muchas gracias Patricia!

Silvia