Adéntrese a otro mundo
No habíamos vuelto a Honduras desde el Otoño del 2019, justo antes de comenzar la crisis del virus Corona. Debido a esto, teníamos mucha curiosidad por saber lo que nos esperaba. Viajar a Honduras, aún durante los tiempos normales siempre significa adentrarse a un mundo distinto. Esta vez comenzó aún antes; al aterrizar “demasiado temprano”y tener que esperar por una hora en la pista de aterrizaje dentro del avión hasta que el personal del aeropuerto comenzara a trabajar, antes de que nos permitieran bajar del avión. Dentro del aeropuerto todo aún luce muy internacional. Sin embargo, durante el camino desde el aeropuerto hacia el hogar de niños nos encontramos con un gran desorden de carros remendados, carros halados por caballos, niños pidiendo limosna y basura plástica acumulada a orillas de la carretera. Este año, las huellas de los huracanes Eta e Iota estaban claramente visibles en forma de vehículos herrumbrados abandonados y secciones enteras de la carretera destruídas.
Tiempo compartido con los niños
A nuestra llegada al hogar de niños, se nos dio una calurosa bienvenida al igual que siempre y los niños inmediatamente nos acogieron. Parecían haber pocos cambios en “Yo Quiero Ser,” excepto que los niños no asisten a la escuela en persona y han permanecido dentro del hogar sin salir por casi dos años. Durante nuestra visita, Honduras celebró el 200 aniversario de su independencia. En honor a esto, los niños tuvieron un fin de semana largo, el cual aprovechamos para invitar a todos los niños y al personal a ir a pasar un día de playa. Debido a la crisis causada por el Corona virus, la mayoría de los hoteles del país están cerrados. Gracias a una conexión personal, se nos permitió utilizar la playa y la piscina en un hotel de Tela. También disfrutamos de un rico almuerzo. No sabemos quienes disfrutaron más de la playa: si nosotros, los visitantes Suizos, los niños, o el personal que labora en “Yo Quiero Ser.”
Pudimos también estar presentes en otro evento especial. Yulissa recibió su primer sueldo de trabajo y con este invitó a cenar a todos en el hogar de niños. Conocemos a Yulissa desde la creación del hogar de niños y estamos muy orgullosos de ella. Yulissa ha perseguido sus metas de forma constante durante todos estos años y ahora finalmente ha podido alcanzarlas. Ella es un gran modelo a seguir para todos los otros niños, demostrándoles que uno puede alcanzar sus propias metas si las persigue de forma incansable y consistente.
Viaje a Santa Rosa
A través de los boletines informativos hemos aprendido mucho de los proyectos en Santa Rosa. Teníamos muchos deseos de conocer el lugar y ver los proyectos personalmente durante esta visita. Junto con Patricia y su familia, manejamos por las montañas hasta llegar a Santa Rosa. El viaje a Santa Rosa nos llevó por una carretera llena de baches por la que se tiene que manejar en zigzag a manera de evitarlos. En la carretera se encuentran grandes camiones y agricultores con sus carruajes halados por caballos. Esta es una visión que no tenemos en Suiza.
Jose Luis, el director de los proyectos en Santa Rosa, se tomó el tiempo para mostrarnos toda la escuela y la plantación de café, bananos, naranjas y mandarinas adyacentes al centro escolar. También nos mostró algunos de los innovadores proyectos de la escuela tales como el de la instrucción del procesamiento de cueros, por medio del cual el apoya a la preservación de la artesanía local. Ya que las clases por ahora están siendo administradas remotamente de manera obligatoria, no habían muchos estudiantes presentes en los edificios, y por lo tanto estos lucían algo desiertos.
Como siempre, los días de nuestra visita a Honduras se nos pasaron volando. Disfrutamos vivir en un mundo completamente distinto durante estas dos semanas. Quisiéramos nuevamente agradecer a Patricia, al personal laboral y a todos los niños del hogar de niños “Yo Quiero Ser”por el maravilloso tiempo compartido, la deliciosa comida y su acogedora hospitalidad durante nuestra visita.
Adiós y hasta la próxima…