Boletín informativo de Agosto 2021

Yulissa

Cuando yo cumplí mis cinco años ya viví aquí en uno de los edificios dónde hoy está el hogar de niños “yo quiero ser…”. Pero todavía no estaba ni Pati, ni la fundación. Yo viví con cinco otras niñas y yo estuve la menor de ellas. En 2007 llegó Pati y compraron otros edificios en el mismo terreno para abrir un hogar de niños más grande con el apoyo de donadores suizos. Poco a poco llegaron más niños y yo siempre fui la mayor. Creciendo con muchos niños menores me toco a tomar mas responsabilidad y de ayudar a Pati en lo posible. Por ejemplo, le ayudé a despertar a los niños y alistarlos para ir a la escuela o también cuidaba a los bebes. Con los años también vinieron otras niñas que ya podían tomar responsabilidad y con las cuales compartí mis tareas y responsabilidades. Así viene que Luz Marina, Yesica, Gloribel y yo como las cuatro mayores del hogar ayudamos bastante en todo lo que sea para apoyar a Pati.

Gerardo, uno de los miembros de junta directiva de la fundación, quería recompensarnos por esos esfuerzos que hacemos para el hogar. Entonces el nos invitó para un viaje a Suiza y nos pagó el boleto del vuelo ida y regreso. Al inicio el viaje estaba planificado para el verano 2020. Pero justamente en las preparaciones llegó la pandemia de COVID-19 que nos toco cancelar el viaje. Por mucha suerte pudimos retomar el proyecto y al final logramos de ir a Suiza el 31 de julio 2021 para dos semanas. En Suiza nos esperaban Helmut, otro miembro de la junta directiva y Pati, que estaba en Suiza durante ese tiempo. Con el segundo regalo de Gerardo, lo que fue un boleto de transporte público en Suiza pudimos movernos libremente.

Nuestro viaje estaba planificado por Pati y Gerardo y nos fuimos a visitar a varias personas en todas partes de Suiza. Por ejemplo, fuimos a visitar a Gerardo, Helmut, los padres de Pati, tres voluntarias Fabi, Daniela y Angela y a ver algunos padrinos. Todos hicieron actividades con nosotras para enseñarnos lo mas bonito de ese país. Nos fuimos al Titlis, lo que es una montaña de más de 3’000m de altura s.n.m. para tocar la nieve por primera vez. Además, tuvimos la excelente oportunidad de dormir y cenar en un hotel lujoso en la montaña “Stoos” con la vista sobre el lago “Vierwaldstättersee”. Todas las experiencias fueron extraordinarias y estoy muy agradecida a todos que nos recibieron o que ayudaron a organizar ese viaje – especialmente a Gerardo que nos hizo realidad este sueño.

Lo que me enseñó ese viaje de ser agradecida para el amor incondicional y el apoyo que nos dan las personas de Suiza involucradas en la fundación. Me impresiona la manera como piensan ellos sobre el hecho que ellos nacieron y crecieron en Suiza y que la gran mayoría de la población del mundo no es tan privilegiada. Ellos dicen que tienen que ser agradecido para esa oportunidad que les dio la vida y de regresar un poco a los demás. Para mí eso significa que yo también quiero regresar a los nuevos niños del hogar un poco de la oportunidad que me dio el destino de tener el privilegio de crecer en el hogar “yo quiero ser…” y de disfrutar de la posibilidad de estudiar lo que yo quiero. Y por lo tanto pienso en seguir apoyando a Pati y al hogar todo el tiempo que sea posible.

Luz Marina

Como estoy en proceso de mis estudios para hacer chef, me llama mucho la atención todo lo que está relacionado con la gastronomía. El viaje a Suiza me enseñó que cada país tiene diferentes culturas y variedades de comidas.

La cocina en Suiza está asociada a los quesos que por ejemplo forman la “raclette” y los “fondues”. Dos platos muy típicos y que podíamos probar durante nuestro viaje. Además, Suiza tiene una variedad de platillos muy deliciosos que lleva de acompañamiento siempre sus carnes y ensaladas.

Como complemento en sus platillos no puede faltar el rico vino ya que es un producto muy valorado por ellos. Suiza tiene muchos viñedos y tuvimos la oportunidad de conocer uno de ellos que fe en Einsiedeln.

El chocolate suizo es de los más famosos en el mundo. Fuimos la dicha de conocer una de las fábricas de chocolates que se llama “Läderach”. Para mí fue una hermosa experiencia porque pude conocer los diferentes tipos de chocolates y sus procesos.

A futuro me gustaría visitar varios países para conocer su gastronomía y para aprender a cocinar una gran variedad de comidas internacionales. Mi gran sueño es abrir mi propio restaurante en Francia.

El viaje a Suiza me enseñó que todo esfuerzo tiene su recompensa y siempre ser agradecida con las personas que brindan su granito de arena a cada uno de nosotros.

Yesica

Para mí esas dos semanas de vacaciones fue una experiencia bien única. Aunque nunca había salido de mi país, no podía imaginarme que existe un país tan organizado, limpio y desarrollado. En Suiza se puede observar la naturaleza que forma un ambiente muy distinto a lo de mi país. Ahí los suizos cuidan el medio ambiente: No botan basura en las calles ni contaminan los lagos además reciclan varios tipos de materiales. Así como las botellas plásticas, las botellas de vidrio, el cartón, las bolsas plásticas hasta las bolsas de churros – cada cosa en su lugar.

Generalmente los suizos son muy organizados y puntuales lo que se nota por ejemplo en el transporte público. Nosotras tomábamos varias veces el tren y nunca había retraso de ni un minuto. Viajar en los transportes públicos suizos es muy cómodo porque hay mucho espacio, son modernos y son seguros.

Los animales de Suiza son bien cuidados de una parte porque tratan a sus mascotas con mucho amor y de otra parte porque existen varias leyes que protegen los animales salvajes.

También la calidad del aire es muy alta porque los suizos no talan los arboles ni queman la basura y además casi no hay industria.

El aprendizaje que obtuve del viaje es que tengo que seguir adelante con mis estudios para ser Psicóloga y trabajar con niños. Me gustaría ser Psicóloga para apoyar a niños que tienen dificultades en la escuela, con su familia o en la vida general. Quiero compartir un poco de lo que viví en el hogar con otras personas. Por eso soy muy agradecida con todas las personas de Suiza que nos brindan su valorable apoyo.

Gloribel

En lo poco que he leído de Suiza aprendí que es uno de los países más limpios, más seguro y desarrollado del mundo. Admiro mucho la limpieza en todos los lugares. No se encuentra basura ni en las calles, ni en las ciudades, ni en la naturaleza. Por una parte, eso se puede explicar por las leyes que prohíben de botar cualquier basura y de otra parte por la cantidad de empleados encargados de mantener el medio ambiente limpio y arreglado. Por ejemplo, si botas el sobrante del cigarrillo en la calle, tienes que pagar una multa de 100 francos, lo que sería cómo 2’600 Lempiras.

En cuanto a la seguridad puedo decir que Suiza es un país en lo que no manejan muchas armas. Pero la seguridad va más allá en el sentido de prevención: las reglas de tráfico son muy estrictas y la gente las respetan. Así que los accidentes de tráfico son raros y de menor gravedad. Las leyes son en favor de los mas vulnerables lo que son los peatones y los ciclistas. Por eso andar en bicicleta en familia se puede observar como una bonita actividad diaria.

Esa linda experiencia me enseño que nosotros como hondureños debíamos seguir el ejemplo suizo y comenzar desde cada uno de nosotros. Así tendremos un país mas limpio, mas seguro y poco a poco más desarrollado.

En primer lugar, ese viaje me hizo madurar y cambiar unos aspectos que yo no tomaba en cuanta antes: Realizo que tengo que seguir estudiando y aplicando lo mejor posible para encontrar un buen trabajo y para ganar mi propia vida. Y si logro ahorrar suficiente dinero en unos años y si dios lo permite me gustaría hacer otros viajes para conocer a otras culturas y otros países.

También la experiencia de viajar me enseño que nuestro país y lo que tenemos aquí no solo es peor o de menor calidad, pero diferente. Y que tengo que valorar las oportunidades que tengo aquí y ser agradecida por el apoyo que me brinda la fundación “yo quiero ser”.